GEORGE ELIOT ERA MUJER
- eriamstonem
- 8 oct 2021
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Desenmascarando a las grandes voces de la literatura universal ocultas bajo el manto del machismo
Ser mujer siempre ha estado condicionado por las actitudes y pensamientos de los hombres. Ser mujer implicaba obedecer, silenciarse y enmudecer, ser mujer implicaba ahogarse mientras el resto respiraban.
En el ámbito de la literatura, las mujeres eran vistas como la musa de la inspiración masculina, pero nunca como parte de su expresión. No se las consideraba lo suficientemente cultas o inteligentes para poder comunicarse con el mundo exterior, por lo que muchas de aquellas promesas literarias, tuvieron que publicar bajo un seudónimo masculino.
En 1847, Charlotte Brönte publicó su primera novela “Jane Eyre”, firmada el nombre de Currer Bell y la cual pasó a convertirse en una de las novelas románticas más importantes de la literatura universal.
A su vez, sus hermanas Anne y Emily Brönte, tuvieron que firmar bajo el seudónimo de Acton y Ellis Bell respectivamente para poder publicar sus novelas; “Agnes Gray” y “Cumbres Borrascosas”, siendo esta última considerada un clásico de la literatura inglesa.
“La literatura no puede ser asunto de una mujer”, declaró el escritor británico Robert Southley tras leer los manuscritos de los poemas de Charlotte Brönte, opinando acerca de la capacidad que tenían las mujeres de escribir, sumido en su propio egocentrismo, al igual que sucede a día de hoy en incontables aspectos del día a día.
Podríamos escribir una lista interminable con los nombres de las escritoras que nunca llegaron a pasar a la historia por culpa del machismo y la misoginia. Desde Mary Ann Evans, escritora del Molino de Foss y escondida tras la firma de George Eliot, hasta llegar a la actualidad con J.K Rowling, escritora de los conocidos libros de Harry Potter.
Hasta el día de hoy, las mujeres han tenido que sortear miles de obstáculos incoherentes impuestos por el patriarcado y socialmente aceptados, y la dificultad de hacerse escuchar a la hora de publicar sus obras literarias no es más que una pequeña muestra del problema. Las mujeres son voz, son arte y cultura, son inteligencia y son una realidad. Las mujeres están ahí, y no se las puede silenciar.
MIRIAM GUADILLA

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