Félix Linares, presentador de televisión y crítico de cine

“Soy totalmente autodidacta, casi de experiencias personales. He salido del cine y he vuelto al día siguiente para ver la misma película”

Miriam Guadilla

Félix Linares es la voz de Bilbao y escribir sobre él, es hacerlo sobre una parte de la historia de la radio y la televisión Vasca. Hasta el día de hoy, Félix Linares ha llenado la pantalla de

cultura cinematográfica gracias al conocido programa de “La noche de” en EITB y a su vez, se ha convertido en el símbolo de la radio con los programas Pompas de Papel e IFLANDIA emitidos en Radio Euskadi. Hoy hablamos con él para conocer más de cerca los cambios que han causado las nuevas tecnologías en el mundo cultural y de la comunicación.

P: Lleva más de 25 años en el aire, tanto en la radio como en la televisión, por lo que ha sufrido en sus propias carnes lo que ha sido toda la evolución de los medios de comunicación.

¿Cómo se siente al mirar al pasado y ver cómo han cambiado la forma de crear los programas?

R: La pregunta es cómo trabajábamos antes de internet, y la verdad es que lo hacíamos bien porque no había otra opción. Ahora las cosas son más sencillas, es más fácil acceder a todo, pero también creo que con esa diversificación se ha perdido un cierto rigor; “es verdad que en Internet está todo, pero no todo es verdad”. Hay que saber quedarse con lo que verdaderamente intuyes que es verdad y garantizar de alguna manera que lo que estás contando es auténtico. Hay un factor que no ha cambiado en absoluto y es el hecho de que tú te enfrentas al oyente y tienes que contar lo que quieres transmitir de la mejor forma posible.

P: El cine también ha cambiado mucho; ¿Como crítico de cine, como vive ahora la experiencia? ¿Es más personal o más comercial?

R: Es obvio que cuando eres un niño todo te parece maravilloso y luego, cuando entras en la juventud y te entra ese afán por saber más del cine, creas un análisis más profundo de lo que significa. El cine no solo va cambiando técnicamente, es verdad que hubo un tiempo en el que se pensaba que el cine tenía que competir con la televisión y utilizaban grandes formatos y ahora ya no es necesario. A veces no tenemos en cuenta desde fuera, los problemas técnicos que da el rodaje de las películas. Cada uno tiene sus manías y su forma de ver el cine.

P: Centrándonos en el programa “La noche de” el cual presenta desde Septiembre de 1995, donde hay un claro énfasis en la industria cinematográfica de Hollywood, pues contáis con las secciones “Los Vascos Conquistan Hollywood” y “La historia según Hollywood”; ¿Cree que puede ser un reflejo de la poca importancia que se le da hoy en día al cine independiente o a las películas de otros países?

R: Bueno, está claro que nosotros ponemos cine comercial y hacemos un programa de corte comercial porque si no no llevaríamos 26 años, eso está claro. Luego, es evidente que lo que más gusta a un público mayoritario, es el cine estadounidense, y no el cine estadounidense independiente si no el cine estadounidense más convencional. Si no tienes audiencia, desapareces y en consecuencia, estás atrapado. De hecho a mi me gustaría hablar de otras cosas a parte de las que se habla en el programa, pero yo entiendo que es una decisión lógica. Si yo mandara en esta casa, habría tomado esa decisión.

P: He visto que cuenta con un canal de Youtube desde hace un año dónde publica todos sus conocimientos sobre películas, libros...etc; ¿Está un poco más centrado en los temas de los que a usted le gustaría hablar?

R: Nosotros empezamos sin saber y hemos ido chequeando poco a poco a ver qué es lo que funciona. Es cierto que nos decantamos mucho hacia la parte más comercial. Sin embargo, aquí sí me reservo yo unos apartados para meter cosas que a mí particularmente me interesan. A veces hay un pequeño núcleo de gente que pide cosas más interesantes y sinceramente, yo adoro a Tarkovsky, pero me van a escuchar tres personas.

P: A parte del cine también tiene otra de sus pasiones que es la literatura, y habla de ella en el programa “Pompas de Papel”. Las nuevas generaciones, no están tan interesadas hoy en día en la literatura como lo han estado otras generaciones. ¿Cómo conseguís que el programa se mantenga a flote?

R: Bueno el programa se mantiene a flote porque no molesta, se emite a las 12 de la noche y es una hora que no ambiciona nadie. Por otra parte, llevamos 34 años, lo que le da un poco de lustre, y se trata de un programa de literatura. A la gente le gustan ese tipo de cosas, el decir, “escucho un programa cultural”. Luego hemos descubierto que hay mucha gente que nos escucha y que no tiene ganas de saber nada y que se siente acompañada por nuestras charlas un poco descabelladas.

P: ¿Y en usted, cómo comenzó ese afán por la literatura, el cine…?

R: Yo creo que es genético. Mi madre me contaba que en un viaje en tren había una chica leyendo y me acerqué hacia el libro como un loco. Era un enano de año y medio, yo no sabía leer, pero veía en esos artilugios algo que me llamaba. De hecho, empecé a leer a muy temprana edad. En mi casa había libros, eso también influye, pues no es lo mismo estar en una casa en la que no hay. Y luego, lo juntas con la imaginería cinematográfica, que era muy propia en mis tiempos de la infancia y entonces ya tenías asegurado cierta estética.

Yo soy totalmente autodidacta, soy casi de experiencias personales. He salido del cine y he vuelto al día siguiente a ver la misma película porque pienso,“tengo que pillar lo que se me ha escapado”. Así es la iniciación.

P: Hemos estado hablando de cambios, ¿Cómo se siente al mirar al pasado y ver como ha cambiado todo? R: Ahora hay más presión publicitaria, hay unos mecanismos que hacen que toda la gente consuma más unos determinados productos. Hay mucha producción, pero solo una pequeña parte es consumida intensivamente. Solo se consume un espectro muy pequeño y pasan desapercibidas un montón de cosas que ya solo quedan relegadas a los festivales. Yo vengo de un régimen diferente y no me siento ajeno a esto, pero tengo la costumbre de picar en más sitios. Eclecticismo, disfrutar de absolutamente todo tipo de cosas, no dejarse apabullar por tener placeres culpables y luego ir forjándose un criterio propio y personal. Y luego, poner toda la pasión del mundo en hacerlo.

MIRIAM GUADILLA